La Nación con comentarios de NPSGlobal, 23 nov 2009 La presencia del mandatario Iraní no solo trajo protestas a nivel interno sino que también produjo fricciones entre los actores de la región. La bienvenida del gobierno de Lula a la comitiva de Ahmadinejad pone en duda cual sería el beneficio para Brasil de continuar apoyando el programa nuclear iraní, altamente cuestionado tras el descubrimiento de la planta de Qom.
La reunión entre Ahmadinejad y Lula podría ser un gesto hacia los Estados Unidos, con el objetivo de ganar reconocimiento como gran actor regional independiente, pero daña la imagen brasilera mientras otorga legitimidad a un mandatario polémico. Diario La Nación En busca de apoyo para enfrentar la creciente presión internacional por su controvertido programa nuclear, el presidente Mahmoud Ahmadinejad comenzará hoy en Brasil una gira sudamericana, en medio de protestas y críticas por la presencia de un líder que llamó a la destrucción de Israel. Un día antes de su llegada, cientos de personas se congregaron en Río de Janeiro para protestar por la visita, mientras que el presidente Luiz Inacio Lula da Silva, que defiende el derecho de Teherán de acceder a la energía nuclear para fines pacíficos, calificó como "un honor" recibir a Ahmadinejad.
El mandatario iraní, acompañado por unos 200 empresarios, mantendrá una reunión privada con Lula, la tercera en un año. Según la cancillería brasileña, discutirán el incremento del comercio bilateral, así como la situación política de América latina y Medio Oriente.
Sin embargo, en medio de las amenazas de sanciones por parte de Estados Unidos y las potencias europeas a Irán por no responder a la propuesta del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) de enriquecer su uranio en Rusia, el objetivo central de Ahmadinejad es conseguir el apoyo de Lula.
A pesar de que el gobierno de Lula alega que Estados Unidos ve "con buenos ojos" la visita de Ahmadinejad a Brasil, el legislador demócrata Eliot Engel, presidente de la subcomisión de asuntos del Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes, advirtió que "Lula comete un serio error" al recibir al presidente iraní. "Irán cometió dos ataques terroristas en suelo sudamericano en los años 90 y, con Ahmadinejad, Irán ha llamado a la destrucción de otro Estado [Israel] mientras desarrolla armas nucleares", manifestó Engel, en referencia a los atentados en la Argentina.
Por su parte, en una entrevista con el canal Globo News, Ahmadinejad expresó que Irán y Brasil tienen una visión común del mundo. "Podemos generar alianzas para construir plantas nucleares. Nuestros países tienen derecho de beneficiarse de la tecnología nuclear", señaló. El mandatario iraní, que destacó su "gran amistad" con Lula, también refutó las críticas a su plan nuclear al reiterar que tienen "motivaciones políticas" y "obedecen a que los países ricos quieren monopolizar la tecnología atómica". Ayer, las fuerzas armadas iraníes iniciaron maniobras de defensa para exhibir la capacidad de disuasión del país frente a la presión de Occidente.
No al aislamiento
A diferencia de las exigencias del Consejo de Seguridad de la ONU, Lula sostiene que la diplomacia será más útil que el aislamiento de la república islámica. Además, justificó el diálogo con Ahmadinejad incluso ante el presidente Shimon Peres, durante la visita del mandatario israelí a Brasil la semana pasada.
Para el gobierno de Lula, ésta es otra oportunidad de forjar una imagen de mediador internacional que podría ayudar a Brasil a conseguir un asiento permanente en una hipotética ampliación del Consejo de Seguridad. En ese sentido, Lula recibió en sólo una semana a Peres y al presidente de la Autoridad Nacional Palestina, Mahmoud Abbas, quienes también visitaron la Argentina (ver Pág. 5).
La gira de Ahmadinejad continuará mañana en Bolivia, donde se reunirá con Evo Morales, y culminará un día más tarde en Venezuela, donde será recibido por Hugo Chávez, su mayor aliado en la región. Además, la cancillería brasileña confirmó que Lula visitará Irán el año próximo.
Esta ofensiva diplomática de Teherán inquieta tanto a Estados Unidos como a Israel, en medio de especulaciones respecto de la posible provisión de uranio para el plan nuclear iraní por parte de La Paz y Caracas.
La visita de Ahmadinejad provocó fuertes protestas en Río. "Lula, explica a tu invitado qué son los derechos humanos" y "Negar el Holocausto es igual a negar la esclavitud" decían algunos de los carteles, que criticaron las posturas homofóbicas del líder iraní. También hubo concentraciones en Brasilia y en otras ciudades.
"Sabemos de las críticas que nos hacen por recibir a Ahmadinejad, pero las rechazamos porque nuestra postura en este tema es el diálogo", explicó el asesor de Lula para Asuntos Internacionales, Marco Aurelio García. Volver |