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Aprobado el Nuevo START, se acerca la hora del CTBT

 

Fundación NPSGlobal
Irma Argüello

24 de diciembre 2010

Las cosas no han sido fáciles con el tratado sucesor del START. Transcurrió un año sin verificación mutua entre Estados Unidos y Rusia pero finalmente se dio un paso adelante fundamental para reducir los arsenales nucleares alrededor del mundo. El tratado sucesor del START, llamado también el Nuevo START fue finalmente aprobado el 22 de diciembre en el Senado de los Estados Unidos. Afortunadamente prevaleció la sensatez, pero no sin costos.

Esta aprobación es de fundamental importancia ya que luego del vencimiento del primer START en diciembre de 2009 se había perdido la posibilidad de control mutuo de los arsenales de las dos más grandes potencias nucleares, Rusia y Estados Unidos. Estos arsenales representan aproximadamente el 96 % de las armas nucleares alrededor del mundo.

El nuevo START en vigor representa una medida de confianza fundamental para un mundo más seguro. Los votos en el Senado fueron 71 a 26, lo que implica que ambos partidos demócratas y republicanos estuvieron involucrados en la aprobación. La posibilidad de aprobación se puso en duda luego de las elecciones legislativas intermedias de noviembre último en los Estados Unidos, con un crecimiento de las líneas más duras en contra del Tratado.

El costo que la gestión Obama tuvo que pagar fue la inclusión de declaración interpretativa del texto que ha sido tenazmente resistida por los rusos, como expresara el Ministro de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov. Esta declaración indica que las disposiciones del preámbulo del tratado no crean obligación jurídica ni para Estados Unidos ni para Rusia. Allí en el preámbulo está inscripto el vínculo entre el START y la defensa anti-misiles así como también la influencia del START en el armamento no nuclear (y) sobre la estabilidad estratégica, aspectos éstos de honda preocupación para Rusia.

Como observadores externos del proceso bilateral (externos hasta cierto punto ya que este resultado afecta a todos los países) no podemos menos que aplaudir a todos los que hicieron posible que el tratado, aunque con las dificultadas y salvedades expresadas, haya sido finalmente ratificado en los Estados Unidos. Esto puede contribuir a retomar con más fuerza un camino hacia el desarme nuclear. No será tarea fácil pero basta imaginar un mundo sin el control mutuo de la armas nucleares entre Estados Unidos y Rusia para visualizar el beneficio de haber dado este paso de ratificación.

Al presidente Obama y a su equipo de desarme y no-proliferación; a los legisladores de ambos partidos, que tomaron conciencia de la importancia que tiene en estos momentos para lograr un mundo con menor riesgo nuclear, el hecho de incrementar la confianza y no de reducirla; a la sociedad de los Estados Unidos que ha dado un ejemplo de democracia mancomunándose en un objetivo nacional común, sin atarse a las mezquindades de ideologías o partidos y muy especialmente a las organizaciones no-gubernamentales, muchas de ellas amigas de la Fundación NPSGlobal, que trabajaron incansablemente para esclarecer e influir en el logro de este resultado positivo.

Ahora esperamos que Senado de Estados Unidos pueda dar un ejemplo al mundo con la ratificación del CTBT – Comprehensive Test Ban Treaty (el Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares), aunque es un paso aún más resistido y más difícil. El CTBT es fundamental para lograr el desarme nuclear progresivo, y finalmente, un mundo sin armas nucleares. Puesto a la firma en 1996, todavía falta la ratificación de 9 naciones de las 44 que necesariamente deben hacerlo para su entrada en vigor. Las naciones faltantes son Estados Unidos, China, Corea del Norte, Egipto, India, Irán, Israel, Pakistán e Indonesia.

Si los Estados Unidos ratifican, esto será tomado como un ejemplo de liderazgo y, probablemente, otras naciones harán lo propio. Está claro que si bien los test nucleares, gracias a la tecnología, pueden hoy en día ser simulados en forma más precisa, el compromiso de no realizarlos de manera física es una señal muy clara a la comunidad internacional respecto de la relevancia que tiene para una nación la posibilidad de su propio desarme progresivo.



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