Infopuntual, 5 ago 2010.

Un reciente acuerdo en materia de reprocesamiento de combustible nuclear entre Estados Unidos y la India es una mala noticia para el Tratado de No Proliferación (TNP). La reciente Conferencia de Examen de dicho Tratado fue un ejercicio diplomático complejo para lograr un resultado de consenso que mantuviera vigente los propósitos y objetivos que persigue el instrumento.

 Numerosos fueron los problemas que se tuvieron que negociar para obtener un resultado razonablemente satisfactorio. Entre ellos, los reclamos de numerosos Estados para que el comercio nuclear se efectuara únicamente entre Estados Parte del TNP.

Un requisito complejo que se pudo sortear con eufemismos diplomáticos en virtud que el Grupo de Proveedores Nucleares ya había otorgado una excepción con la India a raíz del Acuerdo de Cooperación Nuclear suscripto entre Estados Unidos e India. El mercado indio es también fuente de interés para todo Estado que participa en el mercado nuclear y es lógico que así sea por el enorme volumen de posibilidades que ofrece. Sin embargo, la lucha contra la proliferación nuclear exige a todos actuar con prudencia en particular a los Estados Proveedores de tecnología nuclear.

Eso significa, entre otras cuestiones, tener en cuenta la oportunidad de esa cooperación y el alcance de las tecnologías involucradas en los acuerdos que se suscriba con los Estados no Parte del TNP.

La oportunidad hace al momento internacional en materia de no proliferación donde Irán y Corea del Norte son dos ejemplos, aunque no los únicos, de preocupación. Es en ese sentido, que la concreción del nuevo instrumento bilateral entre Estados Unidos e India no fue oportuna ni responsable en virtud que se produce, entre otras cuestiones, cuando China intenta cooperar con otro Estado poseedor de armas nucleares como es Pakistán, generando una eventual nueva situación de excepción. Esa posibilidad puede ser grave en términos de la política de no proliferación.

El alcance del acuerdo bilateral es también preocupante al referirse a una tecnología particularmente sensible como es el reprocesamiento de combustible nuclear en virtud del plutonio que surge de la separación. Enriquecimiento y reprocesamiento son dos de las palabras más complejas del diccionario nuclear.

Es evidente que se abrió una caja de pandora en el uso de tecnologías sensibles con consecuencias en el campo de la no proliferación nuclear. Es de lamentar que quien lo haya hecho sea justamente quien reclama comportamientos distintos a otros Estados. Es grave que, en ocasiones, los negocios sean más importantes que los principios en particular cuando hacen a la paz y la seguridad internacional.

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