The Associated Press, 3 dic 2010. La Junta de Gobernadores del OIEA formada por 35 naciones aprobó el viernes un repositorio de combustible nuclear gerenciado por el Organismo, en una movida que tiene por objeto reducir la proliferación reduciendo el incentive para comenzar programas domésticos de enriquecimiento de uranio. El nuevo Banco de combustible y uno gerenciado por Rusia que recientemente entró en funcionamiento, pretenden fortalecer la justificación de las naciones a buscar combustible para reactores civiles procedente de fuentes externas en vez de producirlo internamente. Kazakhstan es el candidato más probable, pero la ubicación de las nuevas instalaciones aún no sido formalmente decidida.
Porque el enriquecimiento puede hacer también material físil para una ojiva nuclear, los bancos de combustible se consideran una forma de reducir la proliferación de armas nucleares, proporcionando suministro garantizado si las fuentes externas normales se agotan.
Irán está bajo cuatro conjuntos de sanciones del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas por negarse a abandonar sus actividades de enriquecimiento. Las Naciones tienen derecho a enriquecer a nivel nacional y Irán insiste en que lo está haciendo tan sólo para fabricar combustible para una red prevista de reactores. Pero las preocupaciones internacionales son fuertes debido a que Teherán desarrolló su programa de enriquecimiento en forma clandestina y porque se niega a cooperar con el OIEA respecto del seguimiento a las sospechas que se han volcado respecto de que está experimentando con componentes de un programa de armas nucleares — algo Irán niega.
Ambas instalaciones están diseñadas para asegurar un suministro confiable de combustible nuclear en caso de que se interrumpieran las entregas comerciales y ambos fueron aprobados por la Junta de Gobernadores del OIEA. Pero debido a que el repositorio aprobado el viernes será gerenciado por el OIEA, pretende proporcionar garantías adicionales de imparcialidad a las naciones preocupadas por acceso al combustible nuclear en caso de que se les niege el suministro comercial por razones políticas.
Glyn Davies, el delegado en jefe de los Estados Unidos en el OIEA, describió la aprobación como "un paso importante que protegerá los derechos de todos los estados a los usos pacíficos de (mientras)... mueve al mundo hacia un mundo sin armas nucleares."
Aún así, si bien 28 naciones votaron favorablemente al establecimiento de la facilidad, seis de los presentes abstuvieron. Ello refleja algunas preocupaciones entre los países respecto de que estos bancos de combustible puedan incidir sobre los derechos de los pueblos al pleno desarrollo de los programas nucleares civiles.
Y Ali Asghar Soltanieh, el delegado jefe en el OIEA del no-miembro de la Junta Irán, se refirió a la instalación como "un nuevo problema, que crea obstáculos y tensiones políticas entre los estados miembros.” Esto fue una alusión a la exclusión de Teherán debido a dudas acerca de la naturaleza exclusivamente pacífica de su programa nuclear.
Una copia del documento restringido acerca del banco de combustible obtenida por la AP dice que "los derechos de los Estados miembros, incluidos el establecimiento o ampliación de su propia capacidad de producción en el ciclo de combustible nuclear, permanecerán intactos y no deberán en modo alguno ser comprometidos o disminuidos por el establecimiento de una garantía internacional de suministro." Las abstenciones fueron Venezuela, Túnez, África del Sur, Ecuador, Brasil y Argentina. Mientras tanto Pakistán, anunció formalmente no tomaría parte en la votación.
Como su rival India, el estado con armas nucleares Pakistán no ha firmado el Tratado de No Proliferación nuclear, pero a diferencia de Nueva Delhi no tiene acceso a tecnología nuclear extranjera — un status que pareció dictar su decisión de no votar.
Los fondos base para el proyecto promovido por la Nuclear Threat Initiative (NTI) fueron provistos por por Warren Buffett, quien contribuyó con 50 millones de dólares con la condición de que los estados miembros del OIEA aportaran otros 100 millones de dólares. Los fondos fueron provistos por Noruega (5 millones), los Estados Unidos (50 millones), los Emiratos árabes Unidos (10 millones), la Unión Europea (25 millones de euros o sea 32 millones de dólares), y Kuwait (10 millones). Una declaración de la NTI describió este paso como “avance en la cooperación mundial para permitir los usos pacíficos de la energía nuclear mientras que se reducen los riesgos de proliferación". Buffett la llamó "una inversión en un mundo más seguro". Volver |