El gobierno de Cristina Kirchner dejará pasar hoy la oportunidad "servida en bandeja" para que un embajador argentino, el experto en energía nuclear Rogelio Pfirter, dirija el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), un ente que forma parte del sistema de la ONU, de importancia decisiva en las relaciones de poder mundial.

El plazo para presentar las candidaturas vence hoy y el Gobierno decidió no postularlo, según confiaron a LA NACION altas fuentes oficiales.

La Cancillería, no obstante, está informada de que Pfirter recibió el estímulo de varios países que lo respaldarían para ganar la votación y convertirse en el nuevo director general del OIEA. ¿Por qué no tendrá apoyo oficial? El Gobierno asegura que Pfirter es impulsado por países desarrollados como Estados Unidos, adversos a la política nuclear de Irán, y que ello agravaría la tensión con Teherán tras los atentados contra la AMIA -fueron involucrados ex funcionarios iraníes- y la embajada de Israel en la Argentina.

El OIEA, entre otras funciones, emite informes técnicos que sirven luego al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (ONU) para sancionar a países que, como Irán, no cumplen el Tratado de No Proliferación Nuclear. "Es un lugar muy sensible", dijeron a LA NACION en el Gobierno.

Sin embargo, el OIEA no impone las sanciones, lo cual queda a cargo de la ONU. Por ende, no tiene competencias políticas, sino técnicas.

Además de no involucrarse en un eventual conflicto bélico entre los EE.UU. e Irán, la Casa Rosada quiere reservar energías para pelear la dirección de la FAO para un argentino, en octubre próximo. Este organismo regula la producción agropecuaria y el comercio de alimentos a nivel mundial. "Esto sí está en el interés nacional", dicen cerca del canciller Jorge Taiana.

El OIEA está presidido por el egipcio Mohamed El-Baradei, reelegido tres veces desde 1997. Terminará su mandato este año.

En octubre pasado, varios países ya habían alentado la candidatura de Pfirter. Pero ante la negativa del Gobierno se presentaron un japonés, Yukiya Amano, y un sudafricano, Abdul Minty. Pero ninguno consiguió en marzo los dos tercios necesarios sobre 35 miembros del OIEA para alzarse con la dirección general.

El japonés era propuesto por los países desarrollados, críticos del programa nuclear de Irán. El sudafricano era el candidato de los países en desarrollo y árabes, afines a Teherán, críticos de los EE.UU.

La Argentina, precisamente, votó por el sudafricano, pese a la intensa presión de Japón sobre Taiana. Ahora, la Cancillería considera que Pfirter tiene el apoyo de los países adversos a Irán y a su aliado, el líder bolivariano de Venezuela, Hugo Chávez.

Tras aquella elección frustrada de marzo, se abrió una nueva instancia, que vence hoy. Resurgió así el nombre de Pfirter. Pero también se volverán a postular Amano y Minty, además de un candidato español y otro esloveno. Si bien el aval oficial no es el único camino para la postulación, no contar con el apoyo del Gobierno limita las posibilidades de ser escogido por los demás países.

"Entre los países que apoyan a Pfirter hubo manifestaciones de estupor ante la negativa del Gobierno de aprovechar la oportunidad para que un argentino dirija un organismo multilateral de la importancia del OIEA", dijo a LA NACION una fuente diplomática.

En la actualidad, Pfirter es director general de la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas (OPAQ) en La Haya. Fue negociador en jefe de acuerdos nucleares entre la Argentina y Brasil y otros convenios de no proliferación nuclear como el Tratado de Tlatelolco.

El OIEA es un organismo multilateral independiente del sistema de las Naciones Unidas (ONU); sirve para la cooperación internacional en el campo nuclear; ayuda a planificar y utilizar la energía nuclear, y realiza inspecciones para que los Estados cumplan los tratados.

Dentro del país, la CNEA, la Autoridad Regulatoria Nuclear, la Secretaría de Energía, el Ministerio de Ciencia y Tecnología y el Invap apoyarían su candidatura.

"El Gobierno no lo impulsa porque Pfirter trabajaría en serio por la no proliferación nuclear, y no quiere chocar con Irán; la política es ser flexibles con ese país. Es ideológico", agregaron diplomáticos críticos de la gestión de Taiana.

Ello explicaría, también, el distanciamiento entre la Casa Rosada y el gobierno norteamericano. Se vio en la V Cumbre de las Américas, en Trinidad y Tobago, cuando Cristina Kirchner buscó un encuentro con el presidente norteamericano, Barack Obama, y no lo consiguió. Aunque no fue la única.

¿Qué dicen en el Gobierno? "No está claro el interés nacional. Algunos países en desarrollo, aliados de la Argentina, nos han hecho llegar sus reservas de que un candidato como Pfirter, de nacionalidad argentina, sea influenciado por países desarrollados y actúe en contra de nuestros aliados", dicen en Balcarce 50.

Tras los atentados de 1992 y 1994, la Argentina mantiene un serio conflicto con Irán. "El OIEA debe decidir sanciones contra Irán y la Argentina ya recibió dos atentados", dicen en el Gobierno.

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