Rusia advirtió el viernes a potencias mundiales que no se apresuren en establecer nuevas sanciones para presionar a Irán tras el rechazo de la república islámica a una propuesta mediada por la ONU para el procesamiento de su uranio en el extranjero.

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergei Lavrov, hizo un llamado a Teherán para que trabaje constructivamente para disipar los temores occidentales sobre su programa nuclear, pero dijo que potencias occidentales debieran asumir un enfoque moderado y tener cuidado de presionar a Irán a una esquina.

"Si nuestra lógica es presionar a Irán o si asumimos la postura de ofendidos (...) éste no será un enfoque moderado", dijo Lavrov a reporteros durante una conferencia de prensa.

"No es una situación simple y no es facilitada por la situación política interna de Irán", dijo Lavrov.

El ministro agregó que potencias mundiales no debiesen poner en riesgo el trabajo de inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (IAEA, por su sigla en inglés).

"No debemos adoptar acciones que podrían abrir riesgos para el trabajo de la agencia en este país", precisó.

Rusia, que se presenta a sí misma como la única gran potencia con influencia real sobre Teherán, es una figura crucial en cualquier maniobra para establecer mayores sanciones y además es un miembro permanente con capacidad de veto del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas.

Volver