Time Bruce Blair
Junio 2011 | Link al artículo original
Después de haber contribuido a los dos estudios definitivos sobre los gastos de EE.UU. en armas nucleares (“Auditoría Atómica de Brooking: Los costos y consecuencias de las armas nucleares de EE.UU. desde 1940” y “El Gasto de Seguridad Nuclear de la Fundación Carnegie: Costos de Evaluación, Examen de las prioridades”), que constató que los Estados Unidos han incurrido en un costo de casi 6 billones de dólares en su programa de armas nucleares entre 1940 y 1996, amplié mi red para capturar el gasto mundial en armas nucleares. El resultado: una enorme cantidad de dinero se irá por el desagüe en la próxima década.
Las 8.5 potencias nucleares (Corea del Norte tiene medio pie adentro) están atravesando un nuevo hito este año ya que gastan de manera colectiva aproximadamente cien mil millones de dólares en sus programas nucleares. Esa considerable suma representa alrededor del 9% del total de su gasto militar anual.
A este ritmo, los estados con armas nucleares gastarán al menos un billón de dólares en armas nucleares durante la próxima década. Probablemente sea más a medida que los programas de modernización en todos los espectros se pongan a toda marcha. Con la mayor parte del arsenal nuclear ruso llegando al final de su vida útil, Rusia está produciendo una nueva generación de cohetes y submarinos para reemplazarlos (Rusia ha estado retirando tantos lanzamisiles que pese a la construcción de otros nuevos el tamaño total de su arsenal ya ha caído por debajo de los límites exigidos por el Tratado New Start que deben cumplirse para el año 2018). Estados Unidos planea construir un nuevo complejo para la producción y el mantenimiento de armas nucleares, y continua actualizando sus cohetes terrestres de largo alcance, mientras que gasta cerca de mil millones este año en la inversión a largo plazo en una flota de submarinos de nueva orientación estratégica costando más de $100 millones la construcción e incontables miles de millones para operar durante su vida útil prevista de 50 años (2030 hasta el 2080!). El Reino Unido debe decidir si en 2015 comprará un nuevo conjunto de cuatro submarinos para reemplazar su antigua flota Trident, con un costo estimado de $35 mil millones. Francia está en un punto muerto por ahora con una modesta modernización en marcha. Israel esta diversificando su no declarada, opaca fuerza nuclear mediante el despliegue de submarinos nucleares armados para patrullar el mar.
En el sur de Asia, una acumulación nuclear sin precedentes está en marcha y ganando impulso estimulada por el vertiginoso esfuerzo de Pakistán de duplicar su ya considerable arsenal en la próxima década (pasando de 125 armas hoy a 250-350 durante los próximos 5 a 10 años) . La India está poniéndose al día seriamente con nuevos misiles terrestres y un nuevo submarino estratégico en su mezcla de sistemas de entrega después de una década de lento crecimiento (su actual pequeño arsenal de 25 armas se incrementará a 100 en los próximos 5-10 años) . China también está en un programa de modernización nuclear que producirá cinco nuevos submarinos estratégicos y una flota de misiles terrestres móviles de largo alcance (creciendo su arsenal de 190 armas de hoy a más de 250-300 en la próxima década).
¿Quién sabe qué gasto secreto habré pasado por alto? ¿Cuánto están gastando Irán, Siria, u otras naciones en el armario nuclear? Vastas sumas son invertidas en ostensibles instalaciones nucleares civiles –reactores, re-procesamiento de plutonio e instalaciones de enriquecimiento de uranio– cuyos propietarios pueden albergar en secreto planes para cambiar su uso hacia la producción de armas nucleares. ¿Qué misiles, aviones y submarinos están siendo adquiridos con un doble propósito secreto de uso para dar cabida algún día a una carga nuclear?
Mientras se gasta generosamente en armas nucleares que no sirven para nada bueno y sólo representan una amenaza mortal para el mundo –una sola explosión nuclear en una ciudad importante podría causar daños económicos directos de miles de millones de dólares– los gobiernos están recortando programas que sirven a la salud y el bienestar de sus ciudadanos en respuesta a la crisis financiera mundial. Un billón de dólares por década no es poco –proporcionaría apoyo más que necesario para el cuidado de la salud, la creación de empleo, la educación, y el aire limpio y agua. Por el costo de una sola arma nuclear se podría, por ejemplo, proporcionar atención médica a 36.000 personas, 43.000 libros de texto para estudiantes, o convertir 64.285 hogares a energías renovables –y hay más de 20.000 armas nucleares en el mundo.
Gastar tanto dinero en armas inútiles y peligrosas en un momento de severa reducción de costos de los servicios esenciales humanos ofende nuestros valores y prioridades –y va en contra del sentido común. Las armas nucleares, no las personas, deberían estar en cuestión.
Los líderes y ciudadanos de todo el mundo están pidiendo a los gobiernos que reduzcan las armas nucleares y el billón por década que se gasta en ellas, en lugar de cortar las cosas que realmente necesitamos. No podría estar más de acuerdo. Los ciudadanos necesitan llevar esto a la atención de sus gobiernos con urgencia. Usted puede firmar la petición aquí: http://www.cutnukes.globalzero.org/.
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