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Estados Unidos y Rusia acuerdan reducir su arsenal nuclear
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La Nación, 2 abr 2009. Presidentes Medvédev y Obama

En vísperas de la cumbre del G-20, los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Rusia, Dimitri Medvédev, expresaron ayer en Londres su voluntad de abrir "una nueva página" en sus relaciones al anunciar el inicio de negociaciones para reducir sus arsenales nucleares, la primera iniciativa de este tipo entre Washington y Moscú desde 1997.

En un comunicado conjunto, ambos mandatarios, que ayer se reunieron por primera vez, quisieron superar las tensas relaciones que protagonizaron sus predecesores, George W. Bush y Vladimir Putin, y alcanzar un compromiso de disminución de sus arsenales nucleares antes de fin de año, cuando expira el Tratado para la Reducción y Limitación de Armas Ofensivas Estratégicas (START, por sus siglas en inglés), firmado en 1991.

"La época en que los dos países se consideraban enemigos ha quedado atrás", reza el comunicado.

Los primeros resultados sobre este acuerdo se podrían conocer en julio, cuando Obama visite Moscú, tras aceptar una invitación del Kremlin.

El vocero de la Casa Blanca, Robert Gibbs, precisó que Estados Unidos y Rusia todavía no han establecido nuevos límites de cabezas nucleares. "Hemos acordado efectuar nuevas y verificables reducciones de nuestros respectivos arsenales estratégicos en un proceso que comenzará por la sustitución del Start por un nuevo tratado", señala la declaración oficial.

El nuevo rostro de Estados Unidos que representa Obama quedó patente nada más comenzar su primera gira europea como presidente. El mandatario no sólo logró reducir las tensiones con Moscú: también le tendió la mano al presidente chino, Hu Jintao, con quien se comprometió a estabilizar las relaciones comerciales y a crear una instancia de diálogo permanente.

Y para dar continuidad a esa nueva "diplomacia inteligente" de la que habló hace unos meses la secretaria de Estado, Hillary Clinton, Obama viajará a Rusia y a China en la segunda mitad del año para afianzar la etapa de diálogo recién estrenada.

Tras su entrevista, Obama y Medvédev se felicitaron de su buena sintonía en una breve declaración ante la prensa. Para el mandatario estadounidense, ambos países comenzaron ayer "un diálogo constructivo" en varios asuntos, desde la no proliferación nuclear hasta el combate al terrorismo y la estabilidad económica, después de que las relaciones entre los dos países "estuvieran a la deriva".

Medvédev, por su parte, subrayó que la reunión suponía la apertura de "una nueva página" en las relaciones bilaterales. "Los líderes de Rusia y Estados Unidos estamos dispuestos a dejar atrás la mentalidad de la Guerra Fría y a trazar un nuevo comienzo en la relación entre nuestros dos países", señalaron Obama y Medvédev.

Sin embargo, Washington y Moscú reconocieron que todavía "subsisten divergencias" entre ambos países, como la visión opuesta sobre la invasión rusa de Georgia en 2008.

Otra espina clavada en el relanzamiento de las relaciones es la intención de la Casa Blanca de instalar un escudo antimisiles en Polonia y la República Checa. El Kremlin considera que ese sistema de defensa representa una amenaza para sus fronteras y una expansión de la OTAN hacia lo que considera su área de influencia.

Pero dentro de la discrepancia, Obama y Mevdevev se comprometieron a explorar nuevas vías de cooperación "en el terreno de la defensa antimisiles". Obama logró también involucrar a Moscú en su lucha para frenar el programa nuclear de Teherán. Los gobernantes expresaron también su intención de colaborar en Afganistán y en la desnuclearización de Corea del Norte.

En sus dos primeros meses en la Casa Blanca, Obama ya tendió puentes con el Kremlin para tratar de restañar las viejas heridas no cicatrizadas entre ambos países. La declaración conjunta es una prueba, según los analistas, de ese nuevo espíritu que la administración estadounidense quiere imprimir a sus relaciones con antiguos adversarios.



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