Carnegie - Moscow Center, 14 abr 2009

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Corea del Norte ha declarado su decisión de recomenzar las actividades en su Centro de Investigación de Yongbyon y de reiniciar el programa nuclear del país. Pyongyang se ha retirado oficialmente de las Negociaciones de Seis Partes sobre el problema de la amenaza nuclear a la Península Coreana. El experto del Carnegie Moscow Center Alexei Arbatov realiza los siguientes comentarios sobre la noticia:

“La apuesta de Corea del Norte ha aumentado la tensión probablemente por los dos factores siguientes. El primero es que tanto el nuevo líder de los Estados Unidos y como los de otros países están ocupándose primeramente de Irán, aunque el programa misilístico de Teherán está mucho menos desarrollado que el de Pyongyang. Este último quiere devolver la atención del mundo a su comportamiento y lo hará a toda costa, “por las buenas o por las malas”. La obsesión por ser una prioridad para la política de Estados Unidos – aún como amenaza- se refleja en como ve su rol en el mundo. Es típico de Corea del Norte y otros países que no pueden presumir por sus propios logros, roles o influencia constructiva.

El segundo factor, aparentemente, está relacionado con la escalada de la lucha interna dentro de las facciones de la elite gobernante, conectado con la incierta salud del “Querido Líder” Kim Jong Il. Es probable que dentro del liderazgo coreano existan grupos reformistas atraídos por el modelo chino que busquen crear distención con los países vecinos y Estados Unidos, como también el desarrollo de políticas de cooperación económica con aquellos países para salir finalmente del aislamiento y sacar al pueblo norcoreano del ciclo de hambrunas y pobreza. Pero también existe un grupo reaccionario, incluyendo a parte de la elite militar, que temen que el despertar de estas políticas los lleve a la perdida de una posición privilegiada. Ellos alimentarían las tensiones apropósito con el objetivo de obstruir la acción de los reformistas y prevenir la normalización de las situaciones domesticas y exteriores del estado. Ya que con la normalización no podrían defender sus ilógicas ideas de aislamiento nacional, con un lugar especial en el mundo y un único camino histórico para el desarrollo. “

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