NTI - Global Security Newswire, 14 sep 2010.

El embajador del gobierno de Barack Obama para el Organismo Internacional de Energía Atómica persionó ayer a las naciones árabes para que abandonen una propuesta que exigía que Israel se adhiera al Tratado de No Proliferación Nuclear, argumentando que dicha medida podría poner en peligro un reunión planeada para 2012 para el establecimiento de una zona libre de ADM en Medio Oriente.

La resolución, programada para su examen en la reunión de la Asamble General del OIEA de la próxima semana, probablemente sería comparable a una medida no vinculante propuesta por los estados árabes y adoptada por un escaso margen por el organismo nuclear en 2009. Jerusalén, que no ha confirmado ni negado que posee armas nucleares, denunció la medida de 2009, alegando que fue respaldado por potencias que no reconocían al Estado israelí.

"Tenemos que enviar un impulso positivo a ese amplio proceso de paz (de Medio Oriente), no uno negativo", dijo el embajador de EE.UU. Glyn Davies en Viena, donde la mesa directiva de 35 países que componen el organismo de control nuclear de la ONU se reunirá esta semana.

La cumbre de 2012 no se llevaría a cabo si los países continúan "atacando" a uno de los participantes potenciales, Davies dijo en referencia a Israel.

"Con el fin de que 2012 tenga éxito todos los países tienen que presentarse ... ahora hay un país que tiene muy pocos incentivos para hacerlo, debido a la forma en que este proceso lo está convirtiendo en un paria ", dijo el embajador.

"Hemos estado trabajando con la Liga Árabe, y también otros socios para instarlos a retirar la resolución sobre la capacidad nuclear israelí para preservar a la (reunión de la asamblea del OIEA) de otra pelea", dijo.

Los Estados Unidos e Israel ven a Irán, otro partidario de la propuesta de resolución de la OIEA, como la principal amenaza nuclear en Medio Oriente.

Israel inicialmente estaba preocupado por el respaldo de la administración Obama a la propuesta reunión de 2012 en la conferencia de revisión del TNP en mayo, pero desde entonces Washington ha tratado de apaciguar el miedo de Jerusalén de que podría ser atacado específicamente durante el evento.

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