Carnegie Endowment, 1 Jun 2012.

Desde que la Agencia Internacional de Energía Atómica (OIEA) concluyó en 2003 que Irán había ocultado sistemáticamente las actividades que se le pidió que informara a la Agencia, se usaron dos caminos para responder al desafío iraní: la vía OIEA y la vía diplomática.

Durante los últimos nueve años la atención se desplazó gradualmente de la vía OIEA debido a que Irán limitó su cooperación con la investigación de la Agencia a las actividades pasadas, mientras mantenía sus programas de enriquecimiento de uranio y de reactores de agua pesada, desafiando las órdenes de suspensión del programa del Consejo de Seguridad de la ONU. Y desde finales de 2009, cuando Yukiya Amano sucedió/reemplazó al premio Nobel de la Paz Mohamed El Baradei como director de la OIEA, Amano ha adoptado un perfil diplomático más bajo en la crisis de Irán, confinando a la OIEA a su misión fundamental de investigar y la salvaguardar al programa iraní, mientras deja a los Estados miembros la tarea de negociar una solución diplomática comprehensiva.

La vía diplomática está ahora a toda marcha. Pero sería un error considerar que el papel del OIEA en la solución de la crisis será secundario. De hecho, la vía OIEA será absolutamente esencial para que tenga éxito la vía diplomática, porque pondrá a prueba la sinceridad de Irán en llegar a un acuerdo con las seis potencias (los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad y Alemania) que negocian con Teherán.

A partir del 4 de junio en Viena, Amano pondrá nuevamente al día a la Junta de Gobernadores de la OIEA sobre la investigación en curso de la Agencia en Irán. Dos semanas más tarde en Moscú, las seis potencias e Irán se enfrentarán por tercera vez en tres meses para buscar una vía diplomática a la crisis. Los caminos están separados, pero las dudas sobre la credibilidad de Teherán sólo pueden superarse si Irán permite al OIEA verificar efectivamente su compromisos con el uso pacífico.

El vinculo de la OIEA a la vía diplomática

La relación de la AIEA con Irán es bilateral, siguiendo al acuerdo de salvaguardias de la Agencia con Irán bajo el Tratado de No Proliferación (NPT), que obliga a la OIEA a verificar que las actividades nucleares de Irán se dediquen a usos pacíficos. Desde el 2003 la OIEA intensificó su camino independiente con Irán, al confirmar a los medios que este último habría construido instalaciones nucleares que no le habría declarado, y posteriormente descubrir que no declaró actividades de procesamiento de uranio e importaciones de uranio.

Además, la Junta de Gobernadores le encargó a la OIEA aclarar las pasadas y actuales actividades nucleares de Irán. Bajo el estatuto del OIEA, estos hallazgos pueden servir como base para la toma de decisiones de la Junta de Gobernadores y, posteriormente, del Consejo de Seguridad. A partir de 2006, sobre la base de informes de la secretaría a la Junta y seguido de remisiones de la Junta de la OIEA, el Consejo de Seguridad impuso sanciones a Irán y amplió el rol de la OIEA sobre Irán para vigilar el cumplimiento de las resoluciones del Consejo de Seguridad.

Irán ha tratado de aprovechar su cooperación con la OIEA para debilitar las sanciones, mientras que la Junta y el Consejo de Seguridad cuentan con el Departamento de Salvaguardias de la OIEA para proveer evaluaciones confiables de las actividades nucleares de Irán sobre las cuales puedan basar sus juicios y desarrollar la diplomacia con Irán. Y desde el 2003 la OIEA ha proporcionado tales evaluaciones, a pesar de las severas limitaciones de acceso a la información impuestas por Teherán a la OIEA.

Como consecuencia de un informe del OIEA a la Junta en noviembre pasado mostrando pruebas de que Irán está involucrado en la investigación y desarrollo de armas nucleares, las sanciones adicionales de los Estados Unidos y la Unión Europea contra Irán entrarán en vigor en pocas semanas. Al mismo tiempo, se reunirán Irán y las seis potencias para hallar una posible solución comprehensiva a la crisis nuclear iraní.

La reconstrucción del desarrollo histórico del plan nuclear iraní por la OIEA es necesaria para proporcionar a la comunidad internacional un punto de referencia para evaluar las denuncias no resueltas de que Irán se involucró con actividades relacionadas con armas nucleares. Al mismo tiempo, la constante vigilancia de la OIEA de las actuales actividades nucleares de Irán es crucial para verificar que Irán no cruce la línea con acciones clandestinas, que no están permitidas por el acuerdo de salvaguardias de Irán.

La vía de la OIEA

Después de que la OIEA encontró que Irán había evitado declarar numerosas actividades nucleares durante dieciocho años, Irán y la OIEA firmaron en 2003 un Protocolo Adicional para salvaguardias, un acuerdo que le da a la OIEA más acceso al programa nuclear de Irán. Irán también aceptó – como han hecho antes muchos otros estados miembros del NPT– una provisión de salvaguardas de 1991 llamada “Código 3.1” que requiere que los Estados informen la OIEA sobre las nuevas instalaciones nucleares en cuanto decidan construirlas. Pero en 2006 y 2007, respectivamente, Irán suspendió la implementación del Protocolo Adicional (que nunca ratificó) y del Código 3.1. Mientras tanto, la OIEA investigaba la historia nuclear de Irán, y al encontrar evidencias concluía que Irán había participado en investigaciones militares secreta relacionadas con armas nucleares desde fines de 1980.

En 2007, la OIEA acordó un “plan de trabajo” buscado por Irán para concluir, eventualmente, la investigación de la OIEA. Desde 2008, Irán afirmó que se siguió el plan de trabajo y, por lo tanto, que las sanciones de Consejo de Seguridad son infundadas y que el papel de la OIEA debería ser limitado a salvaguardias de rutina sobre actividades que Irán formalmente ha declarado a la agencia. Desde 2011 Irán ha prometido a la OIEA que aumentaría la cooperación si la OIEA declara como cumplido el plan de trabajo de 2007. Hasta ahora, Amano no ha estado dispuesto a hacerlo, particularmente porque Irán no ha aclarado demandas de que trabajó para el desarrollo de explosivos nucleares.

Este año, en paralelo con los esfuerzos de las seis potencias para reanudar la diplomacia con Irán, la OIEA ha vuelto a intensificar el diálogo bilateral con Irán sobre la implementación de salvaguardias. El 22 de mayo, Amano anunció que la OIEA está cerca de llegar a un acuerdo con Irán sobre un "documento de enfoque estructurado en el que hemos estado trabajando [con Irán] desde enero".

La conclusión de un nuevo acuerdo de la OIEA con Irán reforzaría ampliamente el proceso diplomático – siempre que la OIEA no ceda sus derechos a investigar rigorosamente cualquier pista de que Irán está llevando a cabo actividades nucleares no declaradas, incluyendo la investigación y el desarrollo para el avance de armas nucleares.

Desde febrero, Irán ha propuesto un nuevo acuerdo, que le permite resolver las cuestiones pendientes una por una hasta que sean verificadas las casillas restantes y sin imponer una fecha límite, para que ese país responda a las peticiones de la OIEA para el acceso a lugares, personas y documentos. Si Amano reconoce estos puntos, no será posible para la OIEA garantizar al mundo que su comprensión del alcance del programa de Irán es muy amplia, en un período de tiempo razonable.

En cambio, si Amano llega a un acuerdo con Irán que asegure que la OIEA pueda efectivamente investigar las denuncias de actividades pasadas y presentes, podría proveer una base sólida para acordar el levantamiento progresivo de todas las sanciones nucleares entre las seis potencias e Irán conforme la OIEA haga su trabajo.

Irán no aceptará una solución negociada sobre la base de que debe renunciar a su programa de enriquecimiento de uranio. Aunque, para que el Consejo de Seguridad permita a Irán enriquecer uranio sin hacer frente a continuas sanciones, debe estar confirmado que Irán no tiene actividades nucleares no declaradas – especialmente para procesamiento de material nuclear – y que no está trabajando en el desarrollo de armas nucleares.

Mirando al pasado y al futuro

Para apoyar una solución diplomática de la crisis, la OIEA debe mirar al pasado y al futuro.

La OIEA debe mirar hacia atrás para reconstruir con la cooperación de Irán la historia completa del programa nuclear de Irán, incluyendo las actividades que Amano informó a la Junta en noviembre pasado como perteneciente a una "posible dimensión militar". Las seis potencias que negocian con Irán podrían ayudar a la OIEA dando a Irán inmunidad para las sanciones de cualquier actividad nuclear no declarada anterior que ese país informe a la Agencia.

La OIEA debe mirar al futuro porque, una vez que Irán y las seis potencias lleguen a un acuerdo en un plan para eliminar las sanciones, la OIEA debe dedicarse a cumplir la voluntad de los Estados miembros para garantizar que Irán mantenga su compromiso en el uso pacífico del átomo.

Los seis Estados negociando con Irán deberían detallar que una solución comprehensiva debe incluir una ratificación del Protocolo Adicional y el reconocimiento al que ya está legalmente comprometido de implementar el nuevo Código 3.1. Pero en vista de que los antecedentes iraníes están llenos de decepciones y de ocultamientos de actividades nucleares a la OIEA, este paso no será suficiente para dar a la comunidad internacional la certeza de que el programa nuclear iraní es completamente pacífico. En septiembre del 2005, El Baradei dijo a la Junta de Gobernadores que la OIEA necesitaba poderes adicionales: “Teniendo en cuenta los esfuerzos iraníes a través de los años, las medidas de transparencia deberían ir más allá de los requisitos formales del Acuerdo de Salvaguardias y del Protocolo Adicional e incluir acceso a individuos, documentación relacionada a la adquisición, equipo de uso dual, ciertos talleres militares, y lugares de investigación y desarrollo

Debido a que Irán ha puesto en marcha plantas de enriquecimiento por centrifugación conocidas por la OIEA antes de que declararlas a la agencia, y porque su capacidad para construir centrifugadoras no es completamente comprendida por el OIEA, las seis potencias que negocian con Irán ahora necesitan la certeza de que ese país no tendrá en el futuro capacidad de esa producción oculta. El Protocolo Adicional obligaría a Irán a dar a conocer a la OIEA sus capacidades para la fabricación de centrifugadoras, pero sólo en los lugares que Irán declare a la agencia. La OIEA necesitará más autoridad para buscar información de que Irán tiene capacidades para construir y operar plantas de enriquecimiento no declaradas. Esta autoridad debería estar expresada en un protocolo separado y complementario acordado entre la OIEA e Irán.

Amano votó desde el 2009 para reorientar a la OIEA sobre su rol técnico, lo que no debería implicar que el papel de la OIEA en el apoyo a una solución diplomática a la crisis de Irán sea modesto y secundario. Por el contrario, será absolutamente crítico.

El Estatuto de la OIEA es una guía para la OIEA para conducir verificaciones efectivas y de amplio rango del compromiso de uso pacífico del TNP de Irán. El Artículo XII, dice que los inspectores de la OIEA “tendrán acceso en todo momento, a todos los lugares y los datos así como a cualquier persona... tanto sea necesaria... para dar cuenta de los recursos y de los materiales fisionables especiales suministrados y para determinar si se está cumpliendo con el compromiso contra su uso y promoción en cualquier objetivo militar... y con las demás condiciones previstas en el acuerdo entre la Agencia y el Estado o los Estados interesados.” Si la OIEA e Irán celebran un nuevo acuerdo dando expresamente esta autoridad a la AIEA, podría ser suficiente para asegurar que la crisis nuclear iraní tendría una solución diplomática y pacífica.

El desafío de Irán ante la AIEA no debe convertirse en un ejemplo para que otros sigan. Un acuerdo de la AIEA con Irán que permita a la agencia hacer el trabajo necesario para abrir el camino a negociaciones de planes para el levantamiento de las sanciones podría servir como modelo para la futura resolución de conflictos con otros Estados, primera y principalmente con Corea del Norte y Siria.

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