Global Security Newswire 18 oct 2013.

El viernes Arabia Saudita inesperadamente rechazó un asiento temporal en el poderoso Consejo de Seguridad de la ONU, alegando frustración con la incapacidad del cuerpo de castigar al régimen de Bashar Assad por los supuestos ataques con armas químicas, y en avanzar los esfuerzos por prohibir las armas no convencionales en el Medio Oriente, así lo reportó el New York Times.

Un día antes, Arabia Saudita y cuatro otros países habían sido elegidos a servir un término de dos años en el Consejo de Seguridad, comenzando el año que viene. Riyadh nunca antes había buscado un asiento en el cuerpo de 15 miembros, y su campaña por uno había sido vista por los analistas como evidencia del deseo de la nación de ser más activo en presionar por un plan que terminara con la guerra civil en Siria.

Al rechazar su puesto en el consejo, el Ministerio de Relaciones Exteriores saudita en un comunicado dijo que "permitir que el régimen en el poder en Siria matar y quemar a su pueblo con armas químicas, mientras que el mundo está de brazos cruzados, sin aplicar sanciones disuasorias contra el régimen en Damasco, es también una prueba irrefutable y prueba de la incapacidad del Consejo de Seguridad para llevar a cabo sus deberes y responsabilidades”.

Miembro permanente del Consejo de Seguridad y portador de veto, Rusia, se ha negado repetidamente a permitir cualquier resolución en sanciones sobre el régimen de Assad por el uso masivo de fuerza militar contra los civiles sirios, incluyendo el ataque con gas sarín el 21 de agosto en un suburbio de Damasco, el cual se estima mato 1400 personas, por el cual el ejército sirio es extensamente presumido responsable.

Riyadh también culpó de fracasar en hacer “a Medio Oriente una zona libre de armas de destrucción masiva.”

Ésa última línea es vista como una alusión a la ampliamente asumida reserva de Israel de armas nucleares. Los Estados Unidos, que también poseen poder de veto, han escudado al gobierno israelí de la crítica formal del Consejo de Seguridad acerca de su fracaso en integrar el Tratado de No Proliferación Nuclear. Washington ha aceptado, también, las razones de Israel de no aceptar una invitación a una conferencia internacional planeada para el año pasado que se hubiese enfocado en establecer una prohibición a todas las armas nucleares, biológicas o químicas en el Medio Oriente.

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