Info Puntual, 12 nov 2013

La posibilidad diplomática que el G-6 (Estados Unidos, Rusia, Alemania, Francia, China y Reino Unido) pueda concluir un acuerdo nuclear “transitorio” con Irán, está a la vista y es probable se alcance en las próximas semanas.

No habría dificultades técnicas ni políticas mayores en lo que se considera una primera aproximación de carácter exploratorio para comprobar la disposición de las partes a compromisos más permanentes. Sin embargo, la desconfianza ha impedido que los Cancilleres del G-6 e Irán hayan podido firmar un formula temporal en la que Irán aplicaría una suerte de moratoria a la producción de uranio enriquecido mientras que el G-6 se comprometería a reducir el grado de las sanciones económicas y financieras.

Francia, a último minuto, ha exigido garantías adicionales a Irán que el combustible quemado del reactor de Arak no sería reprocesado para obtener plutonio. La posición de Francia volvió a poner atención en otro material fisionable, el plutonio, al que Irán podría acceder para la construcción de un artefacto nuclear ante la inexplicable decisión iraní de obtener dos tipos distintos de reactores para producir isotopos.

El reactor al que Francia hace referencia se encuentra a 150 kilómetros al sureste de Teherán y podría producir suficiente plutonio para armas nucleares. Dicho reactor, de 40 MWT y refrigerado con agua pesada, se encuentra en construcción y se espera que se encuentre operativo en el 2014. Su construcción se mantuvo en forma secreta hasta que alcanzó estado público a través informes de inteligencia. El Organismo Internacional de Energía Atómica no lo ha podido visitar.

Dado el cronograma de obra del reactor de Arak, las exigencias de Francia parecerían exageradas en las actuales circunstancias ya que lo que se discutía en Ginebra era un acuerdo transitorio que duraría un tiempo limitado mientras el reactor de Arak nunca estuviera operativo en ese período y es factible que no pueda funcionar plenamente hasta el 2015.

Es probable que la negativa francesa a que el G-6 concluyera el acuerdo con Irán la semana pasada en Ginebra esté relacionada con la próxima visita del Presidente de Francia, François Hollande, a Israel. La actitud de dureza con Irán le asegura un gran recibimiento oficial. Quizás Francia solo haya buscado ese momento de gloria.

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