Fundación NPSGlobal, 27 mar 2014.

La agencia Global Security Newswire (GSN) informó que cuatro manifestantes irrumpieron en una base nuclear en Holanda días antes de que 53 países se reunieron en La Haya para desarrollar estrategias para asegurar la seguridad de materiales nucleares.

GSN dijo que los manifestantes del grupo “Desarme” sacaron fotografías del exterior de un edificio que se cree que es utilizado para almacenar bombas de gravedad B-61 de Estados Unidos. El edificio es parte de las instalaciones de la base aérea Volkel, uno de seis bases similares en Europa.

Jeffrey Lewis, un experto en control de armas y no proliferación del Monterrey Institute for International Studies, dijo en un comentario de blog que le asombra que la reiteración de incidentes similares no haya causado un escándalo público con demandas de que las armas nucleares sean retiradas de las bases.

Las incursiones parecen confirmar el resultado de un estudio realizado en 2008 por la Fuerza Aérea de Estados Unidos que la mayoría de los sitios de Europa que almacenan armas nucleares de Estados Unidos “necesitan importantes niveles adicionales de recursos” para cumplir con las normas de seguridad del Departamento de Defensa, dijo Lewis.

GSN, citando a activistas por el desarme, informó que los cuatro manifestantes fueron arrestados a las 8:30 el martes antes de la Cumbre, que tuvo lugar el 24 y 25 de marzo en La Haya. Un activista señalo que la incursión fue planificada para coincidir con la Cumbre de Seguridad Nuclear.

Wilbert van der Zeijden del grupo antinuclear PAX, dijo que los activistas querían enfatizar que la Cumbre solamente vería cuestiones relacionadas con materiales nucleares de uso pacífico. No hay acuerdo para incluir los materiales nucleares de uso militar, que representan un 85% de todos los materiales nucleares, in las deliberaciones sobre cómo prevenir que terroristas u otros obtengan materiales nucleares para adquirir un arma nuclear.

GSN dijo que la OTAN tiene planes para gastar unos $154 millones para mejorar la seguridad en sitios de Bélgica, Holanda, Alemania, Italia y Turquía donde se almacenan a las bombas B-61. De todos modos, críticos han reclamado que las armas sean retiradas de las bases de Europa.

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