A la espera de que fructifiquen los esfuerzos negociadores en Egipto para lograr una tregua de larga duración entre Hamás e Israel, se han producido nuevos actos violentos en Gaza y sus alrededores.

El ejército israelí ha llevado a cabo ataques aéreos sobre la franja, aunque descarta una nueva ofensiva a gran escala. Milicianos palestinos han lanzado también proyectiles de mortero sobre territorio israelí desde Gaza.

El portavoz de Hamás en Gaza, Fawzi Barhum, ha anunciado que el movimiento islamista está dispuesto a una tregua de un año con Israel, en lugar del año y medio que pide el Gobierno israelí. Ésa es la postura que Hamás va a exponer a los mediadores egipcios que tratan de conseguir una tregua en Gaza. Eso sí, esa tregua debe traer como contrapartida el fin del bloqueo israelí de Gaza y la apertura de los pasos fronterizos. Una vez más, ha separado las negociaciones de la tregua en Gaza con las que se llevan a cabo para la liberación del soldado Gilad Shalit, secuestrado por milicianos de Hamás en el verano de 2006. Israel trata de conectar ambas negociaciones.

También en El Cairo, el presidente palestino, Mahmud Abbas, y el egipcio, Hosni Mubarak, se han reunido para reforzar los esfuerzos diplomáticos de cara a una tregua de larga duración y de cara a una posible reconciliación entre las facciones palestinas.

Pese a las negociaciones, hoy se han producido nuevos actos violentos. Aviones israelíes han disparado contra un coche en la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto, matando a un miliciano e hiriendo a otros tres, según han informado fuentes médicas. El ejército israelí ha dicho que el objetivo del ataque era un grupo que había lanzado dos proyectiles de mortero contra territorio israelí. Los dos morteros no han causado víctimas.

Aunque ayer el primer ministro israelí, Ehud Olmert, amenazó con "respuestas militares desproporcionadas" a los ataques con cohetes palestinos, hoy el titular de Defensa, Ehud Barak, ha descartado que Israel vaya a iniciar una nueva ofensiva a gran escala sobre Gaza. "No es nuestra intención una operación Plomo Fundido 2", ha dicho Barak, en referencia a la ofensiva de 22 días sobre Gaza que costó la vida a 1.300 palestinos y que terminó el 18 de enero.

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