El presidente brasileño recibió a su par iraní, Mahmoud Ahmadinejad ayer en medio de fuertes críticas de la población brasilera y de la comunidad internacional. Entre los temas discutidos se encuentran medidas de cooperación económica, y el apoyo brasilero al plan nuclear iraní siempre y cuando mantenga fines pacíficos.

"Reconocemos el derecho de Irán a desarrollar un programa nuclear para fines pacíficos, con pleno respeto de los acuerdos internacionales", declaró el presidente brasilero según fue publicado por el diario La Nación. "Es simple, tiene ese derecho tanto como Brasil. Aquí defendemos para nosotros mismos lo que defendemos para otros".

Lo cierto es que las características “pacíficas” de este plan nuclear están bajo tela de juicio tanto por las reiteradas transgresiones al régimen de salvaguardias como desde el descubrimiento de la planta de enriquecimiento secreta en Qom.

Es la polémica suscitada por la visita lo que nos hace cuestionar qué gana Brasil al recibir a Ahmadinejad, el cual sea probablemente el mandatario más polémico de los últimos tiempos no sólo por sus declaraciones en contra de los Estados Unidos, Israel y la negación del Holocausto sino también por la falta de transparencia durante las elecciones y denuncias por faltas a los derechos humanos.

Se ha hablado mucho durante esta semana sobre las posibilidades y consecuencias de la visita de Ahmadinejad a Brasil, pero no se debe olvidar que Brasil solo es el comienzo de la gira latinoamericana que incluye escalas en Bolivia y Venezuela. La llegada de Ahmadinejad implica un desembarque iraní en la región bajo la promesa de cooperación económica, pero es importante preguntarnos si mantener esa relación produce un sincero beneficio a la región. En el caso de Brasil, su liderazgo y trayectoria en la promoción de los usos pacíficos de la energía nuclear y la cooperación internacional en el control de materiales nucleares (como es el ejemplo de la Agencia Brasilera Argentina de Control ABACC) se ven opacados por el apoyo a un plan nuclear de dudosos fines.

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