Satisfacción por resultado de la Conferencia de Revisión del TNP |
Irma Argüello, NPSGlobal, 28 may 2010 Luego de grandes penurias y de una negociación agotadora se logró aprobar por consenso el documento final de la Conferencia de Revisión del TNP, que culminó hoy en Nueva York. Aunque algunos opinan que el resultado fue apenas sobrio, se puede considerar como un verdadero triunfo, a la luz de los antecedentes de la fallida Revisión de 2005 y del clima vivido en los últimos días cuando la posibilidad de consenso parecía alejarse minuto a minuto. Todo eso es ya anécdota. Lo relevante es que el documento sienta bases para poder seguir avanzando en los tres pilares del tratado: desarme, no-proliferación y usos pacíficos de la energía nuclear, así como también en aspectos que hacen a la administración misma del instrumento internacional.El Presidente de la Conferencia, Embajador Libran Cabactulan, de Filipinas tuvo un papel muy relevante para lograr tal resultado positivo pero cabe destacar que por parte de la inmensa mayoría de las delegaciones hubo, también, una predisposición para lograr una Conferencia exitosa. Durante el largo desarrollo del debate los ánimos fueron variando alternativamente desde la euforia, a la desazón, luego a la esperanza, la depresión o el enojo. Un momento de gran tensión se suscitó a raíz del acuerdo Brasil-Turquía-Irán y la inmediata reacción de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, los P5, en cuanto a la presentación de una propuesta de resolución para la aplicación de nuevas sanciones. Otro, cuando Irán intentó bloquear a último momento el documento final, y otras delegaciones, con sus colegas del movimiento de No-alineados a frente y la sociedad civil pudieron neutralizarlo. Desde el 3 de mayo, en la Conferencia se revisaron todos y cada uno de los temas relevantes que hacen al campo nuclear. La oposición de intereses, entre los P5 con armas nucleares y los que no las poseen, y aún entre estos últimos, organizados en diferentes grupos de afinidad, inherente a la misma naturaleza del tratado, se manifestó desde el principio, aunque cabe destacar que se mantuvo en todo momento un clima de cooperación. El texto final consta de 121 puntos y de un conjunto de conclusiones y recomendaciones de seguimiento, incluyendo un plan de acción, que allana el camino para renovar los esfuerzos y mantener el impulso de lo logrado hasta ahora. En cuanto a desarme, si bien las presiones llevaron a que el texto final resultara diluido respecto de las primeras versiones, se pudieron definir dentro del plan 22 acciones más o menos concretas. Entre las más relevantes se encuentra el llamado a construir sobre los 13 Pasos Prácticos comprometidos en la Conferencia de Revisión de 2000 y la definición del PrepCom de 2014 como un hito para el control f del progreso en el cumplimiento de las obligaciones del artículo VI. En otros puntos el documento avala la pronta entrada en vigor del CTBT, la negociación de un tratado sobre los materiales físiles, el reconocimiento del interés legítimo de los estados sin armas nucleares para abogar por la reducción del status operacional de las armas allí donde estén y el llamamiento a lograr el desarme total y mantener un mundo sin armas nucleares. Se avaló la propuesta de los 5 puntos para le desarme del Secretario General de la ONU, que alienta entre otras cosas a trabajar en la idea de una Convención de Armas Nucleares, que ponga a estos armamentos fuera de la ley internacional. No faltó tampoco la declaración de forma instando a los estados fuera del tratado (todos con armas nucleares) a acceder como estados sin armas nucleares, cosa que es altamente improbable. Las acciones en cuanto a no-proliferación se moldean en 24 puntos. Si bien hubo fuertes intentos de definir el Protocolo Adicional como de adhesión obligatoria por sobre las salvaguardias totales, tal iniciativa no prosperó y continúa como una medida de libre adopción por los estados. Sin embargo se dejó constancia de que el Protocolo Adicional representa el standard de verificación que mayores seguridades brinda a la comunidad internacional y, por lo tanto, se insta a su adopción universal. En cuanto a energía nuclear para usos pacíficos, el plan de acción consta de 18 ítems entre los cuales figuran la cooperación técnica y la necesidad de discutir más a fondo los enfoques multilaterales del ciclo de combustible, desde un punto de vista ecuánime y no-discriminatorio. También se hace hincapié en la importancia del rol del OIEA y la necesidad de su máxima eficiencia, conforme a los desafíos. Párrafos especiales aparecen acerca la Resolución de Medio Oriente, habiéndose acordado para iniciar un proceso que culmine en el establecimiento de una zona libre armas nucleares. Entre las medidas prácticas a tal fin figura el llamado a una conferencia para 2012 y la convocatoria a un facilitador para el logro de los objetivos. Este resultado debe ser analizado como el cambio de rumbo de un régimen que se venía deteriorando progresivamente, pero si los enunciados no se convierten en acciones prácticas y los esfuerzos no se encadenan con otros sucesivos de mayor profundidad, lo hecho será simplemente tiempo perdido. Ahora hay que sostener el TNP honrando los compromisos adquiridos, no hay otra opción para poder reducir los riesgos nucleares, cada vez más numerosos y más cercanos. Documento Final de la Conferencia de Revisión del TNP, 28 de mayo de 2010. (inglés) |