El Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Rusia anunció que ha congelado su proyecto de despliegue de misiles Iskander en la región de Kaliningrado (oeste del país), debido a un cambio en la actitud de la nueva administración americana.

"La realización de este proyecto se suspende debido al hecho de que la nueva administración americana no acelera el programa de despliegue" de su escudo antimisiles en Polonia y la República Checa, señaló un portavoz del Estado Mayor General, citado por la agencia Interfax.

El presidente ruso, Dmitri Medvedev, había declarado en su primer discurso a la nación, el 5 de noviembre, que Rusia iba a desplegar misiles en la región de Kaliningrado, enclave ruso rodeado por países de la Unión Europea, con el fin de "neutralizar" los elementos del escudo antimisiles americano previsto en Europa.

El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, había añadido, algunos días más tarde, que su país sólo desplegaría misiles Iskander en esta región si Washington establecía su escudo antimisiles sobre el Viejo continente.

Los sistemas móviles Iskander (SS-26 Stone, según la clasificación de la OTAN) están dotados de cohetes tácticos con un alcance de entre 50 y 300 kilómetros y que pueden portar distintas cargas de hasta 480 kilogramos.

Medvedev añadió que desde Kaliningrado se realizarán interferencias radioelectrónicas de los elementos del escudo antimisiles que Estados Unidos planea instalar en Europa del Este: un radar en la República Checa y una docena de misiles interceptores en Polonia.

"Son medidas forzosas. Hemos declarado más de una vez a todos nuestros socios que deseamos mantener una cooperación positiva y actuar juntos contra las amenazas comunes, pero lamentablemente no nos quieren escuchar", manifestó.

Lavrov afirmó la víspera que confía en reunirse con la nueva secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, antes de la cumbre del Grupo de los Veinte (G-20) que tendrá lugar en Londres el 2 de abril próximo.

Lavrov reveló a un grupo de periodistas que conversó con Clinton antes de la conferencia telefónica que mantuvieron el lunes Medvedev y su homólogo estadounidense, Barack Obama. "Las conversaciones fueron constructivas. Ambas partes confirmaron su interés en relanzar las relaciones ruso-estadounidenses", resumió el ministro de Exteriores.

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