Clarín, 1 feb 2010. La administración Obama acelera el despliegue de nuevas defensas contra posibles ataques iraníes con misiles en el Golfo Pérsico, estacionando barcos especiales frente a la costa iraní y sistemas antimisiles en cuatro países árabes como mínimo, según oficiales militares y funcionarios de la administración.
Los despliegues se producen en un momento de inflexión crítico en las relaciones de Obama con Irán. Luego de meses de un acercamiento diplomático sin ningún éxito, la administración trata de ganar consenso internacional para imponer sanciones contra la Guardia Revolucionaria iraní, que según los países occidentales controla el programa de armas nucleares encubierto.
Obama habló del cambio en su Discurso sobre el Estado de la Unión, advirtiendo que habrá "consecuencias" si Irán continúa desafiando las exigencias de EE.UU. de que deje de fabricar combustible nuclear. Y la Secretaria de Estado Hillary Rodham Clinton advirtió públicamente a China el viernes que su oposición a las sanciones es imprudente.
La noticia de que Estados Unidos está desplegando defensas antimisiles -incluso el hecho infrecuente de que el General David H. Petraeus hablara de ellas en público- parece formar parte de una estrategia coordinada de la administración para incrementar la presión sobre Irán.
Los despliegues también apuntan en parte a contrarrestar la impresión de que Irán se está convirtiendo rápidamente en la fuerza militar más poderosa de Medio Oriente y frenar cualquier recrudecimiento de la confrontación iraní con Occidente en el caso de que se impongan nuevas sanciones. Además, la administración trata de demostrarle a Israel que no existe ninguna necesidad inmediata de ataques contra las plantas de misiles y nucleares iraníes, según funcionarios de la administración.
Poniendo de relieve la naturaleza defensiva del aumento de fuerzas, EE.UU. espera evitar una respuesta contundente de Teherán. Oficiales militares dijeron que los países que aceptaron los sistemas de defensa fueron Qatar, los Emiratos Arabes Unidos, Bahrain y Kuwait. Dijeron que los kuwaitíes aceptaron recibir armas defensivas para complementar los modelos más antiguos y menos aptos que tienen desde hace años. Arabia Saudita e Israel hace tiempo que tienen equipos similares propios.
Petraeus se negó a decir quién está recibiendo equipos estadounidenses, probablemente porque muchos países de la región del golfo no quieren ser identificados públicamente aceptando ayuda militar estadounidense y los soldados que vienen con ella. De hecho, los nombres de los países donde se despliegan los sistemas antimisiles son secretos, pero en muchos casos son un secreto a voces.
El general habló de los despliegues en una conferencia que dio en el Instituto para el Estudio de la Guerra el 22 de enero en esta ciudad, diciendo que "Irán es visto claramente como una seria amenaza por quienes están al otro lado del frente del Golfo".
Petraeus dijo que la aceleración de los sistemas defensivos -iniciada con George W. Bush- comprende "ocho baterías de misiles Patriot, dos en cada uno de los cuatro países". Los misiles Patriot pueden derribar misiles ofensivos de corto alcance.
También describió una primera línea de defensa: Dijo que EE.UU. mantiene cruceros Aegis patrullando en el Golfo Pérsico en todo momento. Estos cruceros están equipados con sistemas de radar y antimisiles avanzados diseñados para interceptar misiles de mediano alcance. Dichos sistemas no serían útiles contra el misil de largo alcance de Irán, el Shahab 3, pero las agencias de inteligencia consideran que pasarán años antes de que Irán pueda resolver los problemas de colocar una ojiva nuclear sobre ese misil. Volver |