Un atacante suicida mató hoy a 22 personas e hirió a 70 cuando hizo estallar su coche bomba en un mercado cercano a la vivienda de un político en la provincia más habitada de Pakistán.

El funcionario estatal Hasan Iqbal dijo que el ataque fue perpetrado por un atacante suicida.

La explosión en la aldea de Dera Ghazi Kan, en la provincia de Punjab, fue la más reciente de una serie de ataques de milicianos del Talibán en represalia por una ofensiva del ejército contra insurgentes islamistas en el noroeste del país, cerca de la frontera con Afganistán. Más de 500 personas han muerto.

El atacante detonó el vehículo cargado de explosivos fuera de la casa de un legislador, que no estaba en casa en ese momento. La mayoría de los muertos y heridos eran personas que iban de compras o que trabajaban en el mercado. Estaba poco claro si el blanco del atacante era la casa del político o el mercado.

El ataque dañó fuertemente la casa y varias tiendas y construcciones cercanas, incluyendo una mezquita y un banco.

Mientras caía la noche, varios residentes buscaban posibles sobrevivientes atrapados entre los escombros.

“El mercado entero se derrumbó”, afirmó Raza Kan, un residente. “Hay humo y personas corriendo por todos lados”.

El rescatista Natiq Hayat dijo que la explosión dejó un enorme cráter frente a la casa de Zulfiqar Khosa, un miembro importante del partido musulmán paquistaní Liga-N, que es el encargado del gobierno de Punjab pero es de oposición frente al gobierno federal.

La policía y los políticos en Punjab están bajo presión para desbaratar las redes de milicianos que desde hace mucho tiempo han reclutado miembros en poblados pobres y escuelas islámicas. Los milicianos han organizado varios ataques en Punjab para demostrar su poder de alcance en el país, más allá de las regiones tribales del noroeste. El distrito de Dera Ghazi Kan está en Punjab, pero limita con las otras tres provincias del país.

Los blancos de los rebeldes en meses recientes han estado relacionados principalmente con las fuerzas de seguridad, pero también legisladores y edificios judiciales han sido atacados. Hubo también por lo menos tres bombas en mercados atestados, al parecer con la intención de causar bajas civiles y socavar el apoyo popular a la ofensiva del ejército.

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