Se trata del primer militar estadounidense capturado en Irak o Afganistán en los dos últimos años.

La captura del militar se produce el mismo día en que 4.000 marines y centenares de soldados afganos han iniciado una importante ofensiva sobre baluartes talibanes en la provincia sureña de Helmand, según fuentes militares citadas por la cadena de televisión CNN.

Con el nombre de 'Operación Khanjar' ('Golpe de Espada'), se trata de la primera y más importante operación militar desde que EEUU decidió reforzar su estrategia contra la insurgencia de los talibanes.

Según la BBC, el soldado estadounidense fue secuestrado el pasado martes y no participaba en esta operación. Una facción de los talibanes llamada Haqqani aseguró tener al militar aunque esta información no ha sido confirmada por el principal portavoz de los talibanes.

El soldado fue capturado junto con otros tres afganos en el distrito de Yousuf Khail, en la provincia de Paktika. Todos fueron trasladados a "un lugar seguro", según afirmó un jefe de la facción Haqqani. Otro miembro de esta facción explicó a Reuters que el soldado sería puesto en libertad cuando EEUU libere a los combatientes talibanes que mantiene detenidos.

Según la BBC, los talibanes aseguran que el soldado estaba borracho cuando fue capturado.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha dicho que la insurgencia de los talibanes en Afganistán y en el vecino Pakistán es la principal amenaza a la seguridad estadounidense.

La ofensiva comenzó a las 13:00 hora local (las 10.30 de la mañana, hora peninsular española) y en ella participan, además de los más de 4.000 miembros del Cuerpo de Infantes de Marina, alrededor de 650 soldados y policías afganos. Además, un portavoz del ejército de Pakistán confirmó que el país vecino ha desplegado un gran número de efectivos militares de este país en la frontera con la conflictiva región afgana, con el fin de evitar la huida de guerrilleros talibanes a territorio pakistaní.

El objetivo es tener totalmente despejada la zona del río Helmand antes de las elecciones presidenciales del 20 de agosto, indicaron las fuentes citadas por la CNN.

La operación fue confirmada en una declaración por el general de marines Larry Nicholson quien afirmó que "donde vayamos nos quedaremos y donde nos quedemos trabajaremos para la transición de todas las responsabilidades a las fuerzas afganas".

Añadió que el objetivo es proteger a la población civil de la región y restablecer los servicios esenciales del gobierno en vez de lanzar una cacería contra los talibanes. "Estamos haciendo esto de manera diferente. Vamos a estar con la gente", agregó.

De momento se desconoce si las fuerzas conjuntas de marines y soldados afganos han enfrentado alguna resistencia.

Según dijo el diario 'The Washington Post' en su página de internet, los comandantes militares estadounidenses habían indicado que la oposición sería mínima, pero es posible que la resistencia aumente cuando las tropas ingresen en los pueblos e inicien las tareas de patrulla.

Se ha advertido a los comandantes que se preparen para ataques suicidas, emboscadas y ataques con bombas a lo largo de los caminos, según el diario.

Añadió que la estrategia de EEUU en esta operación se basa en la creencia de que la mayoría de los pobladores de Helman rechazan a los talibanes y preferirían el control del Gobierno afgano.

El sur de Afganistán es considerado uno de los baluartes de las fuerzas talibanes, así como uno de los principales centros de producción de opiáceas.

Estados Unidos anunció recientemente que aumentará en 21.000 soldados el contingente militar para reforzar la seguridad durante las elecciones. Con ese despliegue el número total de militares subirá a 68.000 antes de finales de año, según el Pentágono.

Volver