La Nación, 7 ene 2010. En medio de las crecientes amenazas terroristas y de un recrudecimiento en los sistemas de seguridad en los aeropuertos, la polémica volvió a desatarse tras conocerse que a raíz de un ensayo por parte de las autoridades de Eslovaquia, un hombre viajó, sin saberlo, con explosivos en su equipaje a bordo de un vuelo a Dublin.
La prueba indignó a los funcionarios irlandeses y despertó las críticas de los especialistas en aviación, pero al mismo tiempo encendió las alarmas en todo el mundo, dado que los elementos no fueron detectados en ningún control de seguridad.
Mientras los eslovacos señalaban que el incidente fue "un error tonto y carente de profesionalismo", las autoridades irlandesas señalaron que resulta inconsciente bajo toda circunstancia que los eslovacos ocultaran partes reales de una bomba en el equipaje de pasajeros inocentes.
Les molestó asimismo que los eslovacos se hayan tomado tres días para avisarles del error cometido el sábado último y que el piloto hubiera insistido en volar sobre Dublin pese a que se le avisó que había un explosivo a bordo en la sección de equipaje de la aeronave.
Después de ser advertidos por los eslovacos, las autoridades irlandesas cerraron un área importante de Dublin y evacuaron a los vecinos de varios edificios de departamentos mientras cuadrillas de expertos en bombas del ejército irlandés examinaban el explosivo.
El pasajero, que no se había percatado que transportaba un explosivo, fue identificado por la policía irlandesa como Stefan Gonda, un electricista eslovaco de 49 años que vive en Irlanda. El hombre fue detenido durante varias horas hasta que la policía lo dejó ir sin acusaciones.
El incidente sólo provocó más nerviosismo entre los pasajeros después de que un nigeriano intentara provocar una explosión en Navidad a bordo de una avión de Northwest Airlines procedente de Amsterdam que estaba a punto de aterrizar en Detroit.
Los expertos de seguridad dijeron que el episodio fue una muestra del sistema inadecuado de detección de explosivos en los equipajes, que era el mismo punto que trataban de probar las autoridades eslovacas cuando colocaron componentes de bombas en las valijas de los pasajeros.
Sin embargo, Clark Kent Ervin, ex inspector general del Departamento de Seguridad Nacional, calificó la prueba de los eslovacos como una "locura". "Tendrían que haber realizado un ejercicio controlado", destacó Ervin. "Nunca debe hacerse una prueba de ese tipo sin que las partes involucradas estén enteradas", agregó. Volver |