Human Rights Watch, 28 ene 2009. Hasta el momento Líbano y Túnez son los únicos países de la región en firmar el tratado.
Los gobiernos del Medio oriente y África del norte deben firmar el nuevo tratado internacional que prohíbe las municiones de racimo, dijo hoy el Human Rights Watch. Hasta el momento, Líbano y Túnez son los únicos dos países de la región que han firmado la Convención sobre municiones en racimo que se abrió a la firma en diciembre de 2008. Líbano firmó el tratado en diciembre de 2008, y Túnez, lo hizo el 12 de enero de 2009.
Las mortales armas, que dejan a su paso municiones con capacidad para matar por años, han sido utilizadas en la región – en particular en Líbano, Irak, Israel, Arabia Saudí Siria y Sahara occidental. Human Right Watch, en coalición con otros grupos, organizaron una campaña por un tratado internacional para hacer frente a las municiones de racimo luego del masivo uso de Israel en el sur del Líbano en julio/agosto de 2006. Estas armas dejaron grandes franjas del Líbano contaminadas con las mortales municiones sin explotar, que desde el fin de los combates han matado o herido a 218 civiles y a 47 personas que intentaban localizarlas y eliminarlas.
“El Líbano y Túnez han reconocido cuán importante es liberar al mundo de estas armas de muerte” dijo Sarah Leah Whitson, director de la división de Medio oriente y África del norte del Human Rights Watch. “Ningún estado árabe ha utilizado armas racimo en los pasados 15 años, y ahora prometerán no hacerlo en el futuro y unirse al tratado.”
Un total de 94 países, incluyendo Líbano, firmaron la Convención sobre municiones en racimo en Oslo, Noruega los días 3 y 4 de diciembre de 2008. El tratado está ahora abierto para la firma en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Trece Estados de la región han participado de las reuniones que llevaron a la creación de la Convención, pero todavía no han firmado: Argelia, Bahréin, Egipto, Iraq, Jordania, Kuwait, Libia, Marruecos, Omán, Qatar, Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, y el Yemen. Irán, Israel y Siria se negaron a participar en él, y también se han negado a firmar el acuerdo.
“Cuantos más Estados Árabes firmen, más grande será el estigma asociado con el uso de estas armas en la región y más difícil será para Israel o cualquier otro Estado poder utilizarlas", dijo Whitson. La Convención sobre municiones en racimo es un gran avance en la protección de civiles durante y después de los conflictos armados. Se prohíbe el uso, producción, trasferencia y almacenamiento de bombas racimo. La convención también exige la limpieza de las áreas afectadas en un plazo de 10 años y la destrucción de los arsenales en un plazo de 8 años, incluye además disposiciones sobre la asistencia para ayudar a los países afectados con la limpieza y la asistencia a las victimas. El nuevo tratado incluye una innovadora disposición que exige a los estados parte tomar un rol activo para desalentar a otras naciones en el uso de las municiones de racimo en operaciones militares conjuntas.
"No es suficiente que los líderes árabes se quejen de los horrores de las municiones de racimo en el Líbano y otros países de la región", dijo Whitson. "Ellos deben trabajar para prevenir cualquier uso futuro de estas armas prometiendo nunca utilizarlas ellos mismos." Volver |