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Misiles de Irán: no reaccionar en forma desmedida PDF Imprimir Correo
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Picture of the recently launched Iranian satellite - AP

Los autores Dinshaw Mistry y Charles D. Ferguson analizan las implicancias del desarrollo misilísitco de Irán en la estrategia de defensa de Estados Unidos y en sus relaciones con Europa y, principalmente con Rusia.

Plantean que la decisión respecto del modelo de defensa más adecuado debería estar basado en un análisis detallado de la proliferación de misiles balísticos, más que en reacciones derivadas de acciones de otros actores. Rescatan la necesidad de encarar también opciones diplomáticas, instando a Irán a tomar el compromiso de no testear nuevos misiles.

Describen diferentes arquitecturas de defensa y evalúan su potencial eficiencia. Finalmente, resaltan la conveniencia de la cooperación Estados Unidos y Rusia, sobre la base de intereses mutuos, de modo de contrarrestar amenazas misilísticas provenientes de Irán.

International Herald Tribune,
Dinshaw Mistry and Charles D. Ferguson

4 febrero 2009 | Link al artículo original (Inglés)

Irán ha demostrado su crecientes capacidades misilísticas el martes pasado cuando puso un satéllite en órbita. Sin embargo, esto no debería forzar a Europa y a los Estados Unidos a apurar decisiones en cuanto a desplegar un sistema de defensa misilística en Europa. En vez de ello, una evaluación prudente de los misiles de Irán y de la diferencia importante entre las capacidades de largo y medio alcance deberían determinar la mejor respuesta de defensa.

La administración Bush buscó ubicar 10 interceptores en Polonia de modo de defender tanto Europa como los Estados Unidos contra el ataque potencial de los misiles iraníes. Durante la campaña presidencial, Barack Obama apoyo las defensas misilísticas en Europa si se probara que funcionan. Mero más allá que funcionar, los interceptores deberían ser desplegados de manera que ofrezcan la mejor defensa contra los misiles de largo y medio alcance de Irán.

Teherán no ha testeado aún misiles de largo alcance que puedan llegar a los Estados Unidos. En teoría, para 2012 a 2015, cuando los interceptores habían sido programados para ser desplegados en Polonia, Teherán podría construir unos pocos misiles intercontinentales que sí lleguen a los Estados Unidos, quizás derivados del Taeopdong- 2 de Corea del Norte.

Los 10 interceptores en Polonia serían suficientes, pero no enteramente necesarios para lidiar con esta amenaza dado que los interceptores en Alaska pueden también contrarrestar esos misiles. En contraste, Teherán ha construido docenas de misiles de corto y medio rango de una etapa que pueden batir los estados vecinos e Israel.

El lanzamiento del satélite es derivado, probablemente, de esos misiles de rango medio y demuestra que Irán puede ahora construir misiles de dos etapas. Tales misiles de múltiples etapas serían capaces de alcanzar Europa, y Teherán podría construir muchos de ellos en la década próxima. Este número considerable de misiles de alcance medio abrumaría a los 10 interceptores en Polonia.

Para contrarrestar la situación, Washington debería instalar un gran número de interceptores en Polonia, pero esto comenzaría a minar el esquema de disuasión nuclear de Rusia, lo cual podría en fuerte tensión los lazos con Moscú.

Entonces, una arquitectura de defensa misilística diferente para Europa, con interceptores en Turquía, Bulgaria, Rumania o Albania (que no afectarían el esquema de disuasión de Moscú), combinada con interceptores con base en los buques Aegis en el Mediterráneo, proporcionarían probablemente una mejor manera de responder a una futura amenaza de los misiles de Irán a Europa.

Los Estados Unidos, Rusia y otros estados Europeos deberían también llevar adelante otras opciones diplomáticas. Un diálogo de control de armas que asegure un compromiso de Irán a renunciar a construir y probar nuevos misiles reduciría considerablemente esta amenaza. La eliminación de tests de vuelo, por ejemplo, podría ser fácilmente monitoreada. Capacidades de monitoreo tales como la estación de radar Azeri, ayudarían.

En junio de 2007, el Secretario de Defensa de los Estados Unidos, Robert Gates vio con beneplácito la oferta del entonces Presidente ruso Vladimir Putin de usar dicha estación. Cualquier lanzamiento iraní podría ser también monitoreado para corroborar si era sólo derivados de misiles de medio alcance o de algún misil nuevo de largo alcance.

La nueva administración de Estados Unidos tiene una oportunidad de encarar un nuevo enfoque con Rusia respecto de misiles y defensas misilísticas. Aunque la semana pasada se dijo que Rusia había desistido de amenazar Polonia con misiles de corto alcance, el Ministro de Relaciones Exteriores rápidamente declaró que el despliegue está ligado la posibilidad de que los Estados Unidos desplieguen los interceptores en Polonia.

Washington no debería permitir que las amenazas de Moscú dicten los planes de defensa de Estados Unidos. Más bien, la administración Obama debería detalladamente evaluar la proliferación de misiles balísticos cuando planea su defensa contra misiles y debería considerar la cooperación con Moscú, basada en el interés mutuo, para contrarrestar las amenazas misilísticas reales.

 

Dinshaw Mistry es profesor asociado de la University of Cincinnati y autor de "Containing Missile Proliferation." Charles D. Ferguson es investigador senior para ciencia y tecnología en el Council on Foreign Relations, de los Estados Unidos.

 

Traducción: Fundación NPSGlobal

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