La Seguridad Nuclear, una cuestión centralStaff NPSGlobal 26 marzo 2012 El concepto central tratado en las Cumbres de 2010 y 2012 es el de seguridad nuclear. El término seguridad nuclear cubre la prevención de, detección de, y respuesta a actos criminales que involucran materiales nucleares, radioactivos y e instalaciones asociadas. La seguridad nuclear incluye medidas para reducir los riesgos que plantea el terrorismo nuclear. En el caso de esta amenaza, consiste en medidas para detectar, retrasar y prevenir actos ilegales, así como medidas administrativas y técnicas para reducir al mínimo los daños causados por los atentados. Los excenarios del terrorismo nuclear son básicamente tres:
Las instalaciones civiles que almacenan material físil de estas características, de las que más de un centenar en todo el mundo, normalmente tienen medidas de seguridad menos estrictas que las militares. La cantidad de HEU en estas instalaciones es capaz de producir cientos de bombas como las de Hiroshima, por lo que hacerse de ese material resulta muy atractivo para un grupo terrorista. Esto es preocupante, si se considera que hasta ahora ha habido 20 casos confirmados de robo o pérdida de material físil y se sabe que otros casos han ocurrido. En números redondos, según datos recientes del Panel Internacional de Materiales Físiles, IPFM, el inventario de HEU es de alrededor de 1.440 toneladas métricas y el de plutonio alrededor de 500 toneladas, inlcuyendo instalaciones civiles y militares. Esta cantidad es suficiente para construir más de 100.000 bombas nucleares. En efecto, se necesitan sólo 50 ó 60 kg para hacer la bomba más simple de HEU, mientras que un explosivo de implosión con plutonio requiere solamente 25 kg, según el OIEA. Si bien para esto se necesita tener suficiente HEU, armar la bomba, configurarla para que explote y transportarla hacia el objetivo, la parte más difícil sigue siendo el proceso de adquisición del material físil, lo cual vuelve clave asegurar este eslabón de la cadena de seguridad. También es necesario llevar una contabilidad exacta en el mundo de estos materiales fisibles creados y de cuántos han "desaparecido". El OIEA es responsable de contabilizar los materiales nucleares, pero los países nuclearmente armados suelen aceptar limitadamente sus inspecciones. Además, la mayoría de los países no suele declarar el total de su producción y la confección de sus registros suele ser imperfecta. Una cantidad de plutonio del tamaño de una manzana o de HEU del tamaño de un pomelo convertidos en armas nucleares que detonen en un área urbana altamente poblada podría matar instantáneamente y herir a cientos de miles de personas. La dispersión de material radioactivo por el estallido de una “bomba sucia” (capaz de diseminar material radiactivo mediante una detonación con explosivos convencionales) llevaría no sólo a la contaminación de personas y el medioambiente, sino a altos niveles de disrupción en el funcionamiento de la sociedad. Y un atentado con explosivos en una central nuclear enfrentaría al mundo con un nuevo “Fukushima”, pero esta vez intencional. La amenaza más realista en este sentido es la dispersión radiológica, sea en pequeña o gran escala. Después de la muerte del ex espía ruso Alexander Litvinenko en 2006 por ingestión de polonio 201, apareció el fantasma de extremistas que pudieran envenenar a un gran número de personas con sustancias radiactivas. El actual régimen de seguridad nuclear Hoy en día una constelación de instrumentos internacionales -- la mayoría voluntarios y no-vinculantes-- es usada para reducir los riesgos de terrorismo nuclear y el tráfico ilícito de materiales nucleares y tecnología. Algunos de ellos son:
El agregado de tales herramientas, junto con las leyes nacionales consitutye el régimen actual de seguridad nuclear. Las debilidades mayores tienen que ver con el solapamiento de esfuerzos, una cantidad importante de requerimientos burocráticos y el hecho de que la mayorái de los instrumentos son voluntarios y no-vinculantes. Esto pone en duda, como están las cosas, que el régime actual sea el más adecuado para enfrentar los desafíos del terrorismo nuclear hacia el futuro. El régimen necesitaría evolucionar hacia una arquitectura de la seguridad nuclear, más simple y eficiente. Derecho a la energía nuclear Más allá del problema de seguridad que generan los elevados stocks de materiales nucleares, debe destacarse que las decisiones tomadas en foros como las Cumbres de Seguridad Nuclear apuntan a reforzar el derecho soberano de las naciones al uso pacífico de la energía nuclear. La mayoría de los reactores nucleares en el mundo no utiliza combustible que podría usarse en armas, pero aquellos países que lo usan se comprometieron en la Cumbre de 2010 a reconvertir sus reactores para que funcionen con uranio de bajo enriquecimiento, LEU. Debe reforzarse la seguridad no sólo para evitar el robo de materiales, sino posibles atentados: la crisis de Fukushima alertó a los terroristas de una vulnerabilidad de seguridad que podría causar una devastación sustancial.
Lea el artículo: La amenaza nuclear no ha disminuído, de Irma Argüello, mar 2012.
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